Fue Dui.
Tenia una criadero de hormigas y todo el día las observaba y trataba de identificar cuales eran buenas y cuales eran malas.
Un Día, así nada más, empeze a matarlas y a aplastarlas, y me gustaba mucho aplastarlas con la pala.
Ellas, bien pudieron rezarme y rendirme tributos. Pero no me importo.
Mejor hay que llevar una vida de rectitud.
La bebida, el juego y las mujeres me llevaran al infierno, y los diablos se asombraran de verme llegar contento.
miércoles, abril 11, 2007
Yo no fui
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Etiquetas:
Ateo
Vomitado por
✞ঔৣJořɠɛ V1lchi5.ঔৣ✞
a las
12:55 p.m.
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mejor solo hay que vivir, o no? y es cierto lo de las hormigas......cuales hormigas? no se.....chinga tu madre jajajaja
ResponderBorrarBien, ese sentimiento que uno siente de que puede cortar la vida a alguien es extraño pero a veces deja cierta satisfacción. Antes yo tenía pecera y como un de los peces era grande pero lento le tenía que rajar unos charales con mi cuchillo y echarselos, eso de enterrar un cuchillo a alguien se siente genial.
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